Río de Janeiro ilustra bastante bien como es buena parte de la sociedad de este país, tan rico en mezclas, colores y sabores pero también infinitamente desigual.
Al tiempo que gran parte de la población gasta y consume como ya le gustaría a los banqueros españoles, otra inmensa cantidad de gente no puede permitirse un calzado apropiado o una casa decente.
Yo me siento tan privilegiado como me sentía en España, tengo casa, comida y un buen trabajo que además me encanta.
Por fin, hoy he tenido tiempo para hacer una de las cosas que más me gustan en esta vida, pasear sin rumbo y con mi cámara en la mano.
Para que os hagáis una idea os transcribo "el chiste" que varias personas me han contado cuando les pregunto cómo es la sociedad brasileña o en concreto la carioca (oriunda de la ciudad de Río).
"La playa iguala a todos los brasileños, negros, mestizos, blancos, gringos y habitantes de las favelas, lo que pasa es que mientras los blancos y los extranjeros disfrutan del sol los negros venden las cervezas".
Esta triste historia que en buena parte es cierta y que algunos me cuentan pretendiendo ser graciosos es una muestra de la terrible desigualdad que asola a este país y a otros tantos del mundo entero.
El lujo más ostentoso de los ricachones comprando en Ipanema o Leblon contrasta fuertemente con el de la periferia o las favelas que rodean la ciudad y que aún no he tenido el tiempo (ni el valor) de visitar.
De momento os dejo estas fotografías de las calles principales de Ipanema donde ahora estoy viviendo.
Espero que os gusten.
